Potaje de espinacas, garbanzos y calabaza ¿cómo es tu potaje de Cuaresma?

Preparación

1. Llos garbanzos los ponemos a remojo la víspera cubiertos con agua templada, sal y una pizca de bicarbonato (esto me lo enseñó mi abuela).

2. En una olla a presión ponemos abundante agua (nunca hasta arriba, hasta un poco más de la mitad)

3. Cuando esté templada, ponemos los garbanzos previamente lavados y escurridos

4. Ponemos la cebolla pelada y entera, la cabeza de de ajo lavada también entera con piel y todo (podemos tostarla un poco antes para añadir más sabor, pero pelaremos los trozos de piel más quemados)

5. Añdimos una cucharita de sal o al gusto y pimienta negra recién molida a voluntad.

6. Una vez empiece a hervir, desespumamos, cerramos la olla en posición 2 y, cuando empiece asoltar vapor, bajamos al mínimo el fuego; dejamos cocer unos 20 minutos (como siempre, en olla tradicional tardaremos más, unos 40 minutos)

7. Si cuando abramos la olla, están todavía los garbanzos duros, dejamos cocer unos minutos.

8. Trancurrido el tiempo, sacamos la cebolla y el laurel

9. Dejamos destapada la olla de garbanzos a fuego suave y mientras lavamos y las espinacas, y las añadimos al guiso; removemos y dejamos a fuego mínimo.

10. Aparte, en una sartén con un poco de aceite de oliva, doramos la cebolla picada fina; cuando esté bien pochada, añadimos la cucharadita de pimentón (ya fuera del fuego para que no se queme), y removemos con cuchara de palo

11. Vertemos esto sobre los garbanzos y removemos de nuevo, con cuidado de no romper los garbanzos

12. Dejamos a fuego muy lento unos 5 minutos para que se mezclen los sabores, rectificamos el punto de sal.

13. Retiramos del fuego el potaje de garbanzos y echamos el huevo batido, poco a poco, mientras removemos con una cuchara

14. Dejamos reposar el potaje una media hora, aunque al día siguiente el guiso estará mucho mejor

15. Servimos siempre bien caliente.