Preparación
- Lavamos la sandía y la cortamos superficialmente por uno de los extremos para dejarle una base sólida y plana.
- Ahora tenemos que quitar una parte superior de la sandía para hacer el caparazón del erizo.
- Con una cuchara grande o un vaciador, sacamos la carne de la sandía para ahuecarla. Picamos la pulpa en daditos.
- Con un cuchillo afilado podemos hacer muchos cortes pequeños en forma de sierra sobre el extremo delantero que hemos cortado para simular las púas del erizo.
- Con parte de la cáscara que hemos quitado cortamos un triángulo para hacer la nariz del erizo y lo fijamos a la sandía con palillos de dientes.
- Para hacer las orejas, hacemos dos triángulos curvos en el cuerpo del erizo cortando con ayuda de un cuchillo. Empujamos suavemente los triángulos para que sobresalgan ligeramente las orejas.
- Para los ojos, y la punta de la nariz colocamos, también con ayuda de los palillos, algunas bayas (arándanos, grosellas…).
- Por último, rellenamos el erizo con la sandía.
¡Y lista! A disfrutar de nuestro erizo-sandía
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