Muchas veces te habrás preguntado qué son esos puntitos negros que tienen algunos panecillos o canapés y que nos recuerdan a una especia de caviar enano o al ajonjolí. Pues nosotros te vamos a responder por si no has resuelto tu duda. Son semillas de amapola.
Las semillas se extraen una vez que se seca la planta de la linda amapola. Estas diminutas semillas suelen ser de un color que va del gris claro al negro pasando por el azul parduzco. Más allá de sus propiedades relajantes y expectorantes, como ya os hemos adelantado, las semillas de amapola se usan en recetas de panadería, repostería, salsas o decoración de platos con el fin de aportar un efecto tanto aromático como visual.
Las semillas de amapola tienen un sabor algo dulce con un toque ligero de frutos secos como la nuez o las almendras. Si las vamos a incluir en una preparación en crudo o que no precise cocción, es mejor tostarlas un poco en la sartén para que se potencie su sabor. Visualmente, sobre todo en alimentos de color claro, resultan atractivas y «elegantes» por ese salpicado de color negro que aportan. Y esto es muy importante porque todos, especialmente los niños, comemos con los ojos.
Las puedes encontrar en tiendas de dietética y herboristerías a un precio conveniente ya que pesan muy poquito y se conservan por mucho tiempo.
Imagen: Cocinandopasoapaso, Astroreth