Ahora que se acerca el Carnaval, y en homenaje a Cádiz, aquí va esta receta de un aperitivo típico de la Tacita de Plata. Es un plato económico, de subsistencia casi, y surgido en la provincia tras la Guerra Civil, lo que no quita que sea ideal para sorprender a nuestros comensales. Crujientes, ideales para picar o para untar sobre ellos cualquier paté o hundirlos en gaucamole u otra salsa.
Preparación
- Vertemos en una cacerola agua con una pizca de sal. Cuando rompa a hervir, agregamos la harina de garbanzo poco a poco y removemos. La proporción debe de ser de un vaso y tres cuartos de agua por cada vaso de harina. (Podemos mezclar con un poco de harina de trigo fina).
- Dejamos cocer bien a fuego lento, moviendo con una cuchara de madera, hasta que la masa se despegue de las paredes de la cacerola.
- Apartamos la masa, poner en un plato hondo; dejamos hasta que enfríe y cuaje.
- Una vez que esté fría la masa , se recorta para dejarla en forma de rectangulo y se van cortando lonchas lo más finas posibles. Ponemos abundante aceite en una sartén, que debe estar bastante caliente (como si se fuera a freir pescado o croquetas); vamos echando las panizad y dorándolas por las dos caras. Se comen calientes.
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