La pasta o masa quebrada, también conocida como pasta brisa, es una masa originaria de Francia muy propia para completar nuestros menús navideños ya que nos permite una gran versatilidad en la cocina a la hora de preparar tanto tartaletas de diferentes tamaños como la quiche lorraine o bien pasteles dulces o salados de verdura, carne o pescado.
Esta masa, a diferencia del hojaldre, no sube al hornearla ya que no se trabaja mucho su amasado formando capas ni incrustando grasa entre ellas, por lo tanto la pasta brisa es una masa muy poco elástica. No obstante, hay quien al hornearla antes de rellenar, le pone encima algunas legumbres o la pincha con un tenedor para evitar que suba un poco, cosa natural por la acción del huevo.
Los ingredientes de la pasta quebrada son: 200 gramos de de repostería, 100 gramos de mantequilla, 1 huevo y, según vayamos a cocinar un postre o un pastel salado, más o menos sal o azúcar.
Preparación:
Mezclamos en un bol la harina pasada por un colador y la mantequilla a temperatura ambiente hasta obtener una masa arenosa.
Después ponemos la sal y el azúcar en las proporciones deseadas y el huevo. Mezclamos con las manos hasta que la masa se una bien.
Hacemos una bola con ella la y cubrimos el bol con film transparente para dejarla reposar en el frigorífico durante una hora para que tome consistencia.
Pasado este tiempo, estiramos la masa con un rodillo muy despacito.
Ya tenemos la masa preparada, ahora deberemos cortarla en el tamaño acorde al molde o moldes que vayamos a usar. El molde es preferible que esté untado con mantequilla para evitar que se pegue la masa.
Una vez que la masa está en el molde bien ajustada, recortamos los bordes que sobresalen y pinchamos la base de la masa con un tenedor o ponemos garbancitos y horneamos a 180º C hasta que la masa esté dorada y lista para rellenar. Recuerda que si el relleno de la masa necesita también cocción, deberás dorarla un poco menos para evitar que se tueste demasiado.
Vía: Gastronomiaycia
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