Ingredientes
- Para 6 personas
- 1/4 kg de fresones
- 150g de azúcar
- 6 hojas de gelatina
- 4 yemas de huevo
- 1/4 l de leche
- 1/4 kg de nata montada
- 1 plancha de bizcocho
Aprovechando que estamos en plena primavera, vamos a preparar un postre riquísimo con una de mis frutas favoritas, las fresas. Se trata de un pastel muy suave que viene acompañado con mousse de fresas. Es perfecto para una merienda especial o para sorprender tras una comida entre amigos o familiares. ¡Empezamos!
Preparación
Lava las fresas, quítales las hojas y reserva unas cuántas para decorar al final. El resto tritúralas hasta que obtengas un puré. Añade 25 gramos de azúcar y sigue triturando hasta que ese puré quede compacto.
Pon el bizcocho casero en un molde y déjalo como base.
Pon en un cazo los otros 125 gramos de azúcar y las yemas de los huevos. Bate enérgicamente hasta que queden espumosas (ayúdate de una batidora eléctrica si lo ves necesario). Añade la leche y mezcla todo bien. Calienta la mezcla a fuego lento sin dejar de remover para evitar que se formen grumos. Antes de que hierva, retírala del fuego.
Pon las hojas de gelatina en remojo con agua fría unos 5 minutos hasta que queden blandas. Escúrrelas y añádelas a la mezcla, batiendo hasta que se disuelva. Pon la mezcla en un cuenco y deja que se enfríe durante un par de horas en el frigorífico para que cuaje correctamente.
Una vez tengamos la mezcla cuajada, añade el puré de fresones y la nata montada y vierte toda la mezcla en el molde sobre la base de bizcocho, decorando con fresones en la parte superior. Déjalo en el congelador tapado con papel film durante un par de horas.
Una vez listo, desmóldalo y córtalo en cuadraditos. Sírvelo en pequeños vasitos para cada uno de tus invitados.
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