Revuelto de calabacines con jamón

Es imposible que un niño se resista a este plato de verduras. El sabor suave del calabacín combina a la perfección con el jamón serrano. El huevo aporta cremosidad y lo convierte en un primero irresistible para toda la familia.

Yo lo hago en una cacerola tipo cocotte. Lo bueno que tiene este tipo de cacerola es que todos los líquidos que va soltando la verdura caen de nuevo a la superficie de cocción. Podéis hacerlo también en una cacerola normal pero estad pendientes por si tenéis que añadir un chorrito de caldo o de agua para que no se os queme la verdura.

Ya me contaréis si os gusta.

Preparación

Troceamos la cebolla. En una cacerola con tapa tipo cocotte, la pochamos con el aceite, removiendo de vez en cuando para que no se nos queme.

Mientras tanto, lavamos y secamos bien los calabacines. Sin pelarlos, los cortamos en cubitos. Los ponemos también en la cacerola junto con la hoja de laurel.

Tapamos la cacerola y dejamos que se cocine bien el calabacín, a fuego lento. Tenemos que remover de vez en cuando sobre todo para evitar que se nos queme. Yo los hago sin añadir agua (el calabacín, al pocharse, suelta el agua con el que se cocerá) pero si veis que está demasiado seco o que se puede agarrar podéis echar un poco de caldo o incluso un chorrito de agua. En unos 20-25 minutos estará pochado.

Añadimos el jamón, tapamos, y dejamos que se cocine todo unos 10 minutos más. Si lo consideramos necesario añadimos un poco de sal (no mucha porque el plato ya lleva jamón)

Apagamos el fuego y, rápidamente, incorporamos el huevo. Removemos bien con una cuchara de madera y servimos inmediatamente.