Vamos allá con un dulce tradicional. Unos aros de manzana macerados, rebozados y fritos de los que disfrutar en familia.
Los vamos a macerar en una mezcla de vino blanco, azúcar y limón, pero que no os preocupe el alcohol del vino blanco porque va a evaporar con el calor de la fritura. Para descorazonar las manzanas he utilizado el utensilio que veis en esta otra receta.
¿Que no tenéis manzanas? Pues sustituidlas por peras o incluso por plátanos pelados y troceados. Esta receta es una buena opción para aprovechar esa fruta que se va quedando olvidada en el frutero.
- 5 manzanas golden grandes
- El zumo de 1 limón
- 80 g de vino blanco
- 1 o 2 cucharadas de azúcar
- 2 huevos
- 150 g de harina
- 150 de leche
- 1 cucharadita de levadura
- 1 cucharadita de azúcar
- Pelamos las manzanas, las descorazonamos con el utensilio adecuado y las troceamos en rodajas.
- En una fuente ponemos el zumo del limón, el vino blanco y el azúcar. Ponemos la manzana ya troceada en esa mezcla y dejamos que macere unas horas en el frigorífico, cubierto con film. De vez en cuando removemos con cuidado para que todos los aros cojan sabor.
- Tras esas horas de macerado ponemos en un bol los huevos y los batimos. Añadimos la harina, la leche, la levadura y el azúcar.
- Mezclamos todo bien hasta que quede una masa poco espesa, homogénea y sin grumos.
- Ponemos al fuego una sartén con abundante aceite de girasol para freír. Pasamos un aro de manzana por la mezcla y lo ponemos en el aceite.
- Ponemos varios aros en la sartén en cada tanda.
- Con cuidado les damos la vuelta cuando estén dorados por la base. Una vez dorados por ambos lados los sacamos a un plato cubierto con papel absorbente.
- Servimos los aros de manzana calientes o fríos.
- Se conservan en el frigorífico
Más información – Aros de manzana fritos
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