Estos filetes rusos están hechos pensando en los más pequeños. Son delicados porque no les vamos a poner ajo, para que no sienten mal a los comensales. Y son jugosos gracias a la patata cocida que mezclaremos con la carne.
Mi propuesta es que lo sirváis con unos tomates cherry o con una simple ensalada.
A los niños les gustan mucho, por su sabor y porque quedan muy blanditos.
Más información – Ensalada de verano con salsa de yogur