Vamos allá con unas ricas judías verdes. Primero las vamos a cocer hasta que queden con la textura que nos gusta. Si las preferís bien blanditas, tenedlas más tiempo cociendo. Si os gustan más bien crujientes las tendréis listas antes.
Luego las rehogaremos con concentrado de tomate. Con este concentrado vamos a aportar mucho sabor a nuestras judías y también un poco de color.
Puede ser un primer plato o también una rica guarnición para cualquier plato de carne.
- 1 kg de judías verdes
- 1 patata
- 250 ml de vino blanco
- Agua
- 100 g de jamón cocido en cubitos
- 15 g de triple concentrado de tomate
- Unos 20 g de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo
- Limpiamos las judías verdes desechando los extremos y quitándoles los hilos si fuera necesario. Las troceamos.
- Pelamos la patata y la troceamos también.
- Ponemos las judías en una cacerola, con la patata. Añadimos el el vino blando. Terminamos de cubrirlas agua (la cantidad que sea necesaria para cubrirlas).
- Cocemos hasta que queden en el punto de cocción que más nos guste.
- Ponemos en una sartén el aceite. Aplastamos los dientes de ajo (dándoles un golpe con un mortero o con la lama del cuchillo) y los ponemos en la sartén.
- Preparamos el jamón, troceándolo en cubitos.
- Añadimos el jamón cocido y lo rehogamos unos minutos.
- Una vez dorado, sacamos de la sartén tanto el jamón (que utilizaremos más adelante) como los dientes de ajo.
- Cuando las judías estén cocidas las vamos rehogar.
- En la sartén donde hemos cocinado el jamón y los ajos añadimos el triple concentrado.
- Le añadimos un poco del caldo que nos ha quedado de la cocción de las judías y añadimos las judías cocidas.
- Las rehogamos unos minutos.
- Incorporamos el jamón cocido que tenemos reservado y solo nos queda servir nuestras judías y disfrutar.
Más información – Pollo al limón para llevar al trabajo
Sé el primero en comentar