Nos encantas las madalenas, sobre todo si las hacemos en casa. Las de la foto son de limón, pero de limón de verdad, porque no llevan aromas artificiales, solo ralladura y zumo.
Sirven para el desayuno y para la merienda. También como snack, ahora que los niños comienzan el cole.
Con esta masa podéis hacer las madalenas «personalizadas». Mezcladla con unas pepitas de chocolate o poned, en el centro de cada magdalena, una cucharada de vuestra mermelada casera preferida.
- La piel de 1 limón
- El zumo de la mitad de ese limón
- 4 huevos
- 100 g de azúcar
- 200 g de aceite de girasol
- 220 g de harina
- Sal
- 1 sobre de levadura de repostería (16 g)
- Azúcar blanquilla
- Unas gotas de zumo de limón
- Lavamos y secamos bien el limón. Rallamos su piel y la reservamos.
- El el bol de un robot de cocina o en un bol amplio ponemos el zumo de medio limón, los 4 huevos y el azúcar.
- Batimos bien con las varillas.
- Incorporamos el aceite y la piel rallada del limón que tenemos reservada. Batimos un poco más.
- Incorporamos la harina, la levadura y la sal.
- Mezclamos de nuevo hasta que quede todo bien integrado.
- Reservamos la masa en el frigorífico mientras vamos preparando el molde y el horno.
- Precalentamos el horno a 250.
- Mientras se caliente vamos poniendo los papeles de las magdalenas en un molde rígido o semirígido. Echamos la masa en cada papel, sin llenarlo porque luego las magdalenas subirán en el horno.
- En un pequeño bol mezclamos azúcar blanquilla con dos o tres gotas de zumo de limón.
- Ponemos una cucharada de azúcar humedecida sobre cada magdalenas.
- Bajamos el horno a 220 y horneamos la primera tanda durante 15 minutos aproximadamente o hasta que veamos que están doradas y bien cocidas por dentro.
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