Estos palitos de pollo son estupendo para las cenas. Yo los suelo hacer y congelar ya que así, congelados, son ideales cuando andamos con poco tiempo.
Para congelarlos os recomiendo que los pongáis con algo de separación entre ellos en un plato o bandeja cubierto con papel de hornear. Se pueden hacer varias alturas, siempre con papel de horno entre capa y capa. Y de esta manera metéis el plato o la bandeja en el congelador. Una vez congelados, los separáis y los guardáis en una bolsa de zip. Es la mejor manera para que no se congelen en bloque.
Servidlos con una buena ensalada de tomate, de lechuga, de rúcula… En definitiva, acompañadlos con ingredientes frescos y ligeros para compensar la fritura.
Más información – Carpaccio de tomate con mozzarella