En esta época del año es normal que la fruta madure demasiado rápido. De ahí que nos guste tanto el postre de hoy: un crumble de verano, con nectarinas y albaricoques.
El crujiente de la parte superior lo vamos a preparar en un momento y con nuestras propias manos. O mejor aún, con las manos de los peques, si tenéis voluntarios que quieran ayudaros.
Se puede tomar tanto templado como frío. Y si lo acompañáis con una bolita de helado de vainilla tendréis un postre de restaurante.
Crumble de verano
Un crumble hecho con frutas de verano. No dejéis de probarlo con helado de vainilla.
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