¡Cómo me gusta este pastel de jamón york sin gluten! Es una receta fantástica para las cenas más informales o para preparar en un cumpleaños.
Es perfecto para este tipo de eventos o reuniones porque está libre de gluten, así que es apto para celíacos. Y podrás hacerlo la víspera, con lo cual podrás organizarte mejor.
No dudes en dejar que tus hijos te ayuden a prepararlo porque, aunque sea laborioso es muy sencillo. De hecho, sólo tendrán que ir alternando las capas de pan de molde, jamón y queso.
Sin duda alguna para hacer el pastel de jamón york sin gluten, podemos usar los quesos más nos gusten. A mí me gusta mezclar lonchas de queso emmental con lonchas de queso gruyère o queso manchego curado que le dan más sabor. Aunque también lo podéis hacer con quesos más suaves.
- 12 rebanadas de pan de molde sin gluten
- 12 lonchas cuadradas de jamón york sin gluten
- 12 lonchas cuadradas de queso
- 5 huevos
- 250 g de leche
- Caramelo líquido
- Sal y pimienta
- Precalentamos el horno a 180º. En una bandeja profunda añadimos agua hasta alcanzar los 3 cm de alto. Esta bandeja la dejaremos dentro del horno mientras se calienta.
- Retiramos el borde a las rebanas de pan procurando que nos queden de un tamaño similar. Así nos será más fácil montar el pastel.
- Batimos los huevos junto con la leche y salpimentamos.
- Caramelizamos totalmente un molde rectangular de 12 x 25 cm.
- Colocamos en la base varias rebanadas de pan de molde empapadas en la mezcla de huevo y leche. Las colocamos en la base de forma que no queden huecos.
- A continuación, disponemos encima varias lonchas de jamón york cubriendo todo el pan.
- Después colocamos la primera capa de queso.
- Seguidamente, añadimos la segunda capa de queso procurando que la uniones no queden exactamente en el mismo sitio que la capa anterior. Así conseguiremos un pastel más uniforme.
- Luego repetimos el proceso (pan, jamón york, doble capa de queso) terminando con una capa de pan de molde.
- Vertemos la mezcla de huevo y leche que nos haya quedado.
- Tapamos el molde con papel de aluminio ajustándolo bien a los bordes.
- Colocamos el molde en la bandeja que tenemos con agua. Ojo que agua estará caliente y nos podemos quemar.
- Cerramos el horno y dejamos cocinando unos 45 – 50 minutos a la misma temperatura. Durante el proceso hay que vigilar que el agua no se haya evaporado. Si es así podemos añadir más agua caliente.
- Transcurrido el tiempo, comprobamos que el pastel ya está cocido. Lo mejor en estos casos es pincharlo y si el palito sale limpio es que ya está listo. Retiramos con cuidado y dejamos que se temple.
- Después pasamos un cuchillo de sin punta o una espátula por el borde para que se separe bien y lo desmoldamos.
- Cortamos en rebanadas y lo servimos con una ensalada de hojas verdes.
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